sábado, 22 de septiembre de 2007

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Se me olvidaba, lo anterior era un comentario del texto "Hacia una Evaluación auténtica del aprendizaje" de Pedro Ahumada Acevedo

Chao pruebas.....

En primer lugar, el autor establece uan comparación entre los objetivos de evaluación actuales y os de hace un par de años, lo primero que salta a la vista es que antes la evaluación se centraba en la manera que uno juzgaba el valor de las cosas, y actualmente lo que se busca es asignar valores de medición a objetivos determinados.
El concepto de evaluación entendido como medición, vio la luz a fines del siglo XIX, quitándole el trono que ostentaba como ya mencionamos a la evaluación y su concepto de juicio.
Estas desiciones solo apuntan al mejoramiento de la educación, ya que esta es mirada como un proceso en si.
El autor también hace la siguiente crítica: como podemos exigir a los profesores que implementen nuevos sistemas de evaluación si ellos en su enseñanza fueron instruidos a aplicar técnicas diametralmente opuestas, en donde el es el actor principal, el maestro de la orquesta si se le quiere llamar de algún modo.
Aqui es en donde cita al profesor Santos Guerra estableciendo en que en este punto del conflicto persiste la división entre teoría y práctica.
Por suerte comenta que hoy en día se le está dando importancia como proceso a la evaluación y no como un mero resultado, ya que en el proceso entran en juego habilidades que son de suma importancia para desenvolverse en el mundo de hoy. Realiza un comentario acerca del examen, antiguamente era un instrumento de discriminación en la China, mientras que en el medioevo era una práctica netamente mercantil.
El número de repuestas positivas en una prueba no puede ser indicador de habilidades o aptitudes en un alumno dice Pedro Ahumada, lamentablemente estas prácticas se esparcen por toda América Latina, aunque esfuerzos por erradicarlas ya se están haciendo.
Mi opinión acerca de esto es que si bien se esta innovando en lo que a nuevas prácticas evaluativas se refiere, falta mucho para que se erradiquen las pruebas de papel y lápiz, especialmente en el sector público, en donde los docentes están anquilosados a un sistema que se ve cada vez más obsoleto.